¿Te acuerdas de Gizmo y el resto de Gremlins?
Una de esas pelis que marcaron a la generación ochentera y que a día de hoy se ha convertido, por supuesto, en película para frikis de toda condición.
¿Y sabes por qué molaba la peli? Porque Gizmo (el Mogwai que el padre de familia regaló a su hijo), era un bichito de lo más adorable, podía llegar a ser tu mascota favorita, pero eso sí, había 3 reglas muy importantes que tenías que tener en cuenta a la hora de convivir con él:
1) Nunca podía ser expuesto a la luz, sobre todo a la artificial.
2) Prohibido bañarle o que se moje.
3) (Y aquí viene la más importante): Por mucho que llore, que suplique o implore, JAMÁS DE LOS JAMASES, se le debe de dar de comer después de medianoche. ¿Comer? Sí, en cuantito oímos la palabra comer, los gordonchos nos entusiasmamos.
En la película, Gizmo consigue superar la famosa regla número 3, pero no el resto de sus compañeros, esas mascotas orientales conocidas como gremlins, que se atiborran a comida y a bebida a todas horas.
Su dieta estaba basada en sandwiches de jamón de york, palomitas, cerveza y candy.
Vamos, estos gremlins no tenían ni un pelo de tonto...
Puede que el bichito Gizmo fuera agradable y que tuviera, incluso, un gran corazón, pero reconozcamos que era muy feo el pobre... Esa mezcla es rara, muy rara e inquietante: cuerpo de osito, cara de mono, orejas de murciélago, manos y pies de vete tú a saber qué clase de animal...
ResponderEliminarMi novia y yo somos muy fanes de Gremlins 2, la segunda parte. De hecho, a mí la primera película no me termina de convencer. Tiene un primer acto magnífico, pero luego...