¿Qué sería Irlanda sin su sopa? Mamma mía! Qué tragedia! Sería como España sin sus patatas alioli o Italia sin su pizza. La sopa (incluimos aquí todas sus versiones más o menos cremosas y espesas, es decir, sopa, crema o puré) es la solución rápida a la hora de la comida en Dublín y del resto del país. Todos los restaurantes y cafeterías de Dublín incluyen opción de soup en su menú. Sin excepciones. De lunes a viernes, el 95% por cierto de la gente que acude a un sitio a comer o se pide la sopa del día, (que normalmente viene acompañada de pan y mantequilla) o como mucho, sopa y medio sandwich. Como veis, un concepto de "lunch" muy alejado de nuestros clásicos menús españoles de primero, segundo, bebida y postre o café.
Y en un país como Irlanda, (que no destaca precisamente por sus maravillas culinarias, ya lo sabemos) la opción de incluir algo caliente, rápido de tomar y bastante saludable, es una opción buena y barata. No siempre es la opción que más llena, pero te mantiene en pie y con energía dos o tres horitas más de la tarde, que es de lo que se trata.
Mi crema de tomate y garbanzos con pipas de girasol y de calabaza, de Fumbally Café, en Dublín.